jueves, septiembre 20, 2007

Algo del maestro Jorge Villegas

Milenio Diario (Monterrey) 20/09/2007

MONTERREY

Por sensatez, Diego de Montemayor hubiera dado otro nombre a su fundación.

Eran una docena de jacales, junto a un ojo de agua nada caudaloso.

Pudo llamarlo Potrero Chico. O San Juan de las Golondrinas.

Pero Diego traía en sus pupilas la visión de una grandeza por venir.

Llamó al caserío Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey.

A los regiomontanos les ha tomado 400 años cumplirle el sueño a su fundador.

Encontró su grandeza en el trabajo y en la industria; en un fiero nacionalismo.

Hoy se cumplen 411 años de su fundación. Y sigue labrando su grandeza.

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