Un día nos levantamos y sin razón aparente le perdemos el sentido a lo que nos rodea, el mundo pasa a ser simplemente el terreno contenedor de nuestros deseos, de tal manera que nuestros deseos no son mas que egoísta expresión de nuestra vida y la vida se vuelve un objeto de consumo que se puede desechar.
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Convivimos con la muerte todos los días siendo nuestros medios la máxima de la violencia, la gente que se sacrifica para atacar al enemigo invasor, la gente que muere en guerras inútiles por motivaciones económicas, la muerte es compañera diaria que nos toma de la mano ya sin rostro y sin historia, se vuelven víctimas o mártires de una causa, de una tragedia o del destino mismo.
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Perdemos la perspectiva de que estos muertos fueron al mismo tiempo hijos, padres, esposo, compañeros de labor pero nos perdemos en la bruma de las cifras los calificamos como daños colaterales, los despojamos de su identidad, de su vida y de su reivindicación como seres humanos.
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despojo
Epílogo
Hace 13 años.
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