Si he de serles sincero nunca he sido afecto de las andanzas consumistas del imperio, nunca me ha gustado andar comprando globos, chocolates, muñecos y demás extravaganza que las parejas en turno esperan como mínimo tributo a la heróica labor de la convivencia en pareja.
Pareciera que el interés rigiera sobre nuestras vidas y nuestras muertes, despoja de significado a los acontecimientos para incorporar la fecha a la vacia oda del prodigar.
Pero fuera de esas situaciones, pretextos nunca faltan, y se aprecia la oportunidad, para expresar nuestro cariño a la gente querida, solidarios compañeros en los oscuros mares de la vida, riqueza de nuestro tiempo, mando a todos ellos el reparto indiscrimado de abrazos, y el deseo de realización que tengo para mi.
Compartiría copa con vosotros, pero es lunes y eso ya es cosa de borrachos jeje.
Epílogo
Hace 13 años.