el cielo se esta nublando
Y la ciudad permanece en la zozobra, algo de temor se respira en las calles de la gente que, pese a la inminente llegada del huracán, no paran actividades y se aferran a sus responsabilidades como salvoconducto de salvación.
Y no es de extrañarse este temor, pese a todo, no tan seguido un huracán tiene la cortesía de pasar al hogar a saludar a la muchachada. Siendo sinceros laexperiencia más fresca en mi memoria se remonta al año de 1988, cuando el Huracán Gilberto tocó regias tierras dejando rastros de destrucción y muerto, la mayoría producto de la negligencia o poca prudencia de las novatas víctimas, yo entonces tendría alrededor de 9 años y cursaba el cuarto año de primaria.
Aunado a la poca preparación que tenemos para hacer frente a este tipo de fenómenos, tenemos el problema de un deficiente sistema de drenaje que nos libre de inundaciones pero no, es tradición de mi tierra las lagunas artificiales en épocas de lluvia, y en zonas tan turísticas como Av. Gonzalitos, M. Barragán u otras vías de comunicación que de manera incidental sirven como zona de recreo a los acalorados vecinos.
A mi me parece que sería necesario invertir en drenaje profundo, pero el gobierno no cree en él, considera que esta necesidad puede ser solventada vía la instalación de colectores de agua que se dediquen de dar salida al flujo del vital líquido. Ignoro quien sea su analista en el tema, pero su apreciación peca de temeraria, cuando menos.
En fin, solo nos queda esperar, la tormenta se acerca, dudamos de sus buenas intenciones, cerramos puertas y ventanas, cuiden sus pertenencias, desconecten los electrónicos, encierren a los animales, y a los empleados de los animales.
desde regias tierras, el chema
Epílogo
Hace 13 años.
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