Las elecciones a la distancia

Ya casi un mes desde la votación, la vida vuelve a la normalidad, ya no recibo las 30 llamadas telefónicas diarias de propaganda política (¿quien diablos les dio mi teléfono?) y el panorama de la grilla nacional cambia de color.

No es que no fuera previsible, las encuestas lo marcaban desde hace tiempo, pero el partido gobernante no entiende como fue barrido por la muy bien aceitada maquinaria tricolor.

El PRI no sólo se quedó con el congreso, retuvo la joya de la corona que es el estado de Nuevo León, retuvo Campeche y Colima, arrebató a los azules los estados de Querétaro y San Luis. Sólo perdió Sonora, por primera vez en su historia, pero provocado por la incapacidad del gobierno para manejar una crisis como lo fue la tragedia de la guardería ABC, que no era de su ámbito pero lanzado como misil por el gobierno federal.

Tampoco es que la votación del PRI crezca demasiado, el partido cuenta con un voto duro estable que ha sido apoyado en los últimos años con la disciplina interna, la elección de los candidatos correctos que se han sabido vender el ciudadano, la imagen de responsables que les deja su posición mediadora en el legislativo y el ejercicio “aceptable” del poder por parte de sus gobernadores (aunque a algunos nos parezcan cuestionables algunas de sus formas).

El PRI es cobijado, además, con una estructura operativa que les da presencia en todos los rincones de este país y le da cercanía con amplios sectores de la población, falta ver si todas estas cualidades les alcanzan para llegar sin fragmentaciones notables a la presidencial en 2012.

El PAN aún se pregunta las razones de la derrota, en gran medida es el regreso de Acción Nacional a su porcentaje natural, que aumenta dramáticamente en elecciones de alto contraste como las de 2000 y 2006, es también producto del desgaste del partido en el poder, 9 años como gobierno y seguir culpando al régimen anterior de sus incapacidades de hoy suena fuera de lugar.

¿Por qué perdió el PAN? Es la economía que nos tiene en zozobra, dicen que a todo el mundo pero no a todo el mundo igual, fue su incapacidad y su inmovilidad como gobierno, fue el discurso triunfalista con la miseria como escenario y fue la guerra sin estrategia que se lanzó contra los cárteles.

Pero principalmente, y lo más doloroso fueron sus errores a nivel doméstico que alejaron al electorado de su opción de gobierno, gobiernos y congresos locales belicosos e irreflexivos mostraron su peor cara a la ciudadanía estos años, además las luchas internas en estados como Nuevo León y San Luis Potosí.

El PRD, pues el PRD actuó como siempre, llegaron heridos de muerte a esta elección después de empecinarse en sus “guerras floridas”, llevan años desangrándose al no poder asimilar la derrota (“haiga sido como haiga sido”) de AMLO. Por lo demás no me parece que su derrota sea tan grande, al igual que el PAN me parece que vuelve a sus niveles naturales sin la presencia de su líder carismático en auge.

El PRI tendrá el control de Congreso en alianza con el gran ganador de esta elección Los Verdes, quienes tuvieron la mejor lectura de la ciudadanía y se lanzaron con los temas correctos y en la forma correcta, aunque la forma correcta no sea la más ética.

Ahora los procesos son otros, ¿como asimilará el gobierno federal la situación?, negociará (pese al alto costo) o se pondrá beligerante como hizo de manera estéril Fox, ¿Cómo actuará el PRI condensará o impondrá agenda? O la más importante que tan unidas estarán las bancadas con tantos líderes dentro, lo cual puede afectar la conformación de las mesas de negociación, el tema lo desarrollaré en otra oportunidad.